El tapicero terminó y me entregó los asientos y paneles de puertas. La combinación de telas salió bien.
No había mucho tiempo en Tarija este mes, dejando la mayoría del trabajo al chapista. Había llevado a Santa Cruz las formas básicas que hice hacer de latas de cerveza para los biseles de luces traseras. Así que en Santa Cruz los limé para su forma y tamaño correcto, terminando con lija desde 220 hasta 1500. En cuanto llegué a Tarija los pulí para terminarlos.
El cuadrado de la carrocería y modificación de los marcos y zócalos para juntar la trasera con el frente del 91 no es fácil. Muchos paneles tuvieron que ser fabricados o modificados. El zócalo del nuevo frente es más ancho, obligándonos a fabricar una pieza de transición. Y los marcos de puertas tuvieron que ser modificados para las curvas de la nueva puerta con sus ventanas.
Por lo que los asientos de madera habían atrapado mucha agua contra la cabina, tuvimos que fabricar un nuevo panel. La compuerta también tenía mucha herrumbre, obligándonos a fabricar otra pieza.