La pandemia
No pasa un solo día sin una noticia de la cura mágica, de los remedios multipropósitos, de la gente que se curó en pocos días con hierbas o paracetamol, etc. Circula por estos medios de comunicación como relámpago, sin autor ni responsabilidad, a veces citando algún experto o universidad que no tenía nada que ver, y en otras, uno que ni existe.

En las noticias, el mensaje no es mucho mejor. Por ejemplo, sale un estudio que dice que hidroxicloroquina puede ayudar, y la prensa apoya o contradice, de acuerdo a cuál político lo recomendó o mencionó como posible ayuda. Sale otro estudio diciendo que puede hacer mal, y algunos salen con fuerza para denunciar al que lo recomendó. Después, el instituto que había publicado el estudio lo retracta por errores hecho, y la mayoría de los canales ignoran la retracción. ¿A quien podemos creer?

Las preguntas en foros como Quora (https://es.quora.com) son, a veces, absolutamente absurdas, y las respuestas peor. Alguien capta 50% del comentario (que tal vez sea falso), aumenta el otro 50% de su preferencia, y pregunta de alguna forma como si fuera una verdad que poca gente entiende. Seguramente la desesperación por solucionar algún problema les hace apurar las interpretaciones de uno y del otro lado. Juran ambos, y al final, que se salvó un amigo que lo tomó la sugerencia.

El mantenimiento
Lo mismo pasa con los mantenimientos. La facilidad de publicar recomendaciones que no tienen una base cierta, y a veces rayan de ser absurdas, es increíble. Esta mañana al leer una de las intervenciones alguien recomendó que la gente quite el termostato de su auto. Obviamente, inmediatamente fue interpelado y cuestionado por varias personas que entienden del asunto, su reacción, más allá de escuchar, y entender la situación, él más bien ahora continúa defendiéndose contra todos, citando su experiencia, mas contándola solo una parte, sin aceptar que tiene otros problemas graves con su auto. Claro que no hay fabricante que recomiende eso (el hecho de retirar el termostato), y si un lector sigue su consejo, y destruye su motor, no tendría como ni dónde reclamar. Y capaz asuma que fue otra falla, o una falla “normal”, alegando que siguió todas las recomendaciones.

A veces las respuestas son sarcásticas. ¿Pero será que el dueño de la pregunta entiende que fue contestado así?

Ayer alguien preguntó si realmente tenía que usar un filtro de aire en su auto. Dice que él mira todos los días su filtro y no ve suciedad. No entiende que el polvo dañino es más pequeño, un tercio de lo que el ser humano puede ver es lo que más daño hace al motor.

Otro preguntó cuánto podía manejar con la luz de temperatura prendida. ¿Cómo puedes confiar en respuestas a preguntas tan básicas? Obviamente tienen un conocimiento muy básico y cómo puede esa persona tener una idea de que la respuesta es responsable o no. Obviamente no ha leído o creído en su manual. A veces en la gente incluso falta un poco sentido común.

El problema hoy es la facilidad de hacer preguntas sin estudiar, y la facilidad de contestarlas también anónimamente. Mi primer auto costó $25 US. No tenía su manual. Cuando fallaba algo, tuve que ir en bicicleta a la biblioteca y buscar la causa y las posibles soluciones en los manuales de Chilton o Haynes, entender el tema, tomar notas, y volver a la casa para hacer las reparaciones. Estos manuales tienen los procedimientos correctos, no son adivinanzas, no son políticas. No tienes en esa situación cómo preguntar o cuestionar a los autores. Si tienes otra duda o pregunta, tienes que leer más. El único problema con estos manuales es que son fijos. Si sale alguna información actualizada, como un nuevo tipo de aceite que se recomendaría, no hay como re-imprimir ni actualizar estos manuales.

Los consejos
Los consejos que conseguimos del internet son basados en las experiencias u opiniones de quien escribe, o lo que, como en el caso del Covid-19, han entendido de sus amigos u otro foro. Hay que leer bastante para saber quien es quien – y en quien se puede confiar.

Sigue habiendo gente que recomienda aceite monogrado, como SAE 30, o SAE 40, aunque básicamente fue abandonado por la industria muchos años atrás, y no tiene el nivel de aditivos ni variación de viscosidad que requiere un motor. Claro que yo también usé aceites monogrados 60 años atrás. No había otra cosa. Y si es que el motor llegaba a 100,000 millas, festejábamos. Cuando vendí ese auto, gastaba (consumía) un litro de aceite por cada cuatro litros de gasolina. Para que duré más tiempo, faltaron tres cosas: mejores aleaciones de metal, mejores aceites, e información de mantenimiento preventiva.

Aquí comparamos los aditivos de un SAE 40 y un SAE 15W-40 de la misma marca y nombre de producto. Vemos que el SAE 40 tiene solo 59% del nivel de ZDDP para proteger el motor contra desgaste (visible en el análisis como Zinc y Fósforo), y solo 79% del detergente/dispersante (Magnesio y Calcio) para mantener el motor limpio. Pero hay gente que sigue gente recomendando su uso, sin responsabilidad.

Otra pregunta común es sobre la presión de aire que se debe poner en los neumáticos/llantas. Algunos no buscan la etiqueta en el poste de la puerta del auto, y miran el neumático, donde indica el máximo que se podría poner si fuera necesario antes de correr un peligro. La verdad es que el fabricante del neumático no sabe en que auto o camioneta se va a colocar. Es el fabricante del auto que conoce el peso que llevará cada rueda, y puede estar recomendando entre 20 y 35 psi. Si colocamos el mismo neumático en un vehículo de carga, probablemente necesitamos 45 psi o más.

Tocamos esto en mayor detalle en el boletín 195, incluyendo como calcular la presión cuando se usa neumáticos de otros tamaños.

Resumen
Nuestro desafío es substancial. Los que estudiamos y actualizamos tenemos que enseñar a nuestros amigos, colegas trabajadores, y a veces enseñar a nuestros jefes que las cosas cambian. Que no puedes quedarte con lo que hizo tu abuelo. No podemos tomar una experiencia única y aplicarla a todo.

Hay que ver con mucho cuidado lo que recomiendan en el internet. Cada uno habla de sus intereses o experiencias. La gente que te manda al experto en reparaciones de motores no ayuda en nada, y el experto en reparaciones querrá reparar el motor, aunque la falla sea algo simple, que se podría solucionar con el aceite correcto o tal vez un aditivo especial para limpieza.

Y todavía tenemos que tener cuidado con los expertos que encontramos en la calle. Los gomeros (llanteros) que no saben leer, ni podrían entender la razón de poner una presión especifica en los neumáticos en cada auto. Los soldadores que no entienden de los grados de fuerza del acero, ni los diferentes electrodos para soldar. Los expertos en radiadores, que insisten que no deberías poner la tapa bien por la presión que forma, o no saben que éstas tienen graduación numérica, o que no ponen refrigerante al sistema por X razón.

La recomendación es que si uno compra un auto o un motor, éste debe llevar un manual, hoy en día pueden bajarlo por internet, y lean por lo menos lo básico tratando de entender los aspectos más importantes del mantenimiento, preguntar a empresas o personas que ya tienen una trayectoria importante en su ciudad, los cuales hayan documentado su trabajo, es así que maximizarán la vida de lo comprado, de otra forma como ahora con el Covid-19, el mundo puede estar llena de especulaciones o mitos que mas bien pueden hacer daño.

Estamos en un punto con maquinaria, vehículos, lubricantes, filtros, y otros insumos donde lo que era la verdad ayer, ya puede estar obsoleto hoy.