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Falsificaciones y Engaños
Por Richard Widman
Un artículo en la revista “Heavy Duty Trucking” en el número de este mes identifica los costos altos de mantenimiento y tiempo perdido por el uso de repuestos falsificados o de baja calidad para las empresas de transporte. Esto coincide con los problemas ya conocidos de falsificaciones de aceites reportados en ciertos países, donde la revista “Lubes & Greases” reportó aceites falsificados en un país europeo, vendidos en envases de buenas marcas por terceros, confiscando 25.000 litros en una sola operación. Si aumentamos esto a lo que descubrimos en nuestros países latinoamericanos, debemos reconocer un problema serio que acarrea problemas mucho mayores y de difícil solución Claro esto nos lleva a verificar lo que vamos a comprar.
Este es el Boletín #145 de nuestro programa de Boletines Informativos mensuales. Todos los boletines están disponibles en formato Acrobat pdf en https//www.widman.biz

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El problema
El problema es que muchas veces estos productos “copiados”, “pirateados”, etc., parecen idénticos y son vendidos en cajas y envases idénticos a los originales. El comprador no tiene como comprobar la composición o dureza del metal, ni dimensiones exactas al último detalle y muchas veces tampoco las especificaciones. Manda a comprar un repuesto y alguien le ofrece la pieza “original”. Puede haber sido falsificado por la tienda, el distribuidor, o comprado barato de un falsificador como pasa en una serie de elementos o productos del mercado.

Solamente hablando de repuestos, Interpol (Policía Internacional) estima un costo de más de doce mil millones de dólares al año en el sector de repuestos automotrices, que incluye tres mil millones en los EEUU donde hay reglas estrictas de importación, documentación, y protección al consumidor.

De acuerdo a la revista “Heavy Duty Trucking” El problema es multiplicado por las presiones al personal de compras para reducir costos. Terminan arriesgando toda su flota con los precios tentadores… una visión eminentemente económica de flujo de caja pero no económica de ahorro o eficiencia o productividad. Los fabricantes originales dependen de sus distribuidores para reportar productos falsificados o sospechosos en el mercado, pero eso no es suficiente. Frecuentemente tienen laboratorios donde desarman productos que no parecen originales, o son muy baratos para ser originales, para determinar el peligro o procedencia.

Productos alternativos
Para no desmerecer a los fabricantes tercerizados o que tengan la licencia para producir, vale la pena reconocer que existen productos buenos que no son del fabricante original. Hay empresas especialistas en ciertos productos o líneas, que ofrecen productos bajo su propio nombre y garantía, sin ningún tipo de engaño. En la industria de repuestos, las categorías son:

  • Aftermarket”: Productos fabricados específicamente para reemplazos, frecuentemente en “kits” o juegos de reemplazo, por empresas legítimas con sus propias garantías y reputación.
  • Counterfeit: Falsificaciones, normalmente fabricadas por empresas que desarman piezas originales y copian lo visual, vendiendo como si fueran verdaderas, en cajas del mismo color, nombre, etc. En muchos países esto está legislado desde el punto de vista penal, en otros tiene tintes ilegales, otros sus leyes no protegen a la industria original.
  • Genuine OEM: Piezas genuinas del fabricante original o su proveedor original. Entran exactamente como las originales y normalmente llevan la misma garantía.
  • Gray Market: Piezas del mercado gris, o sea producidas bajo contrato o por sociedades mixtas con el fabricante original. A veces son excesos de inventario y a veces son los productos que no pasaron las pruebas de calidad.
  • Knock-off: Piezas ofrecidas para engañar al comprador haciendo creer que son reales, providente del fabricante original, pero no son copias exactas, solamente tratan de engañar mientras evitan juicios.
  • Private Label: Productos producidos en algún país para una marca especifica de una tienda que mercadea y garantiza sus productos, o de una marca propia.
  • White Box: Productos genéricos producidos en volumen para diferentes tiendas y venta por mayor. Diez marcas pueden tener el mismo producto en la misma caja.
  • Will-Fit: Productos vendidos que pueden necesitar alguna adaptación, o son versiones antiguas de los productos originales actuales.
Nuestro medio
En nuestros países la falsificación de ciertos productos es considerada “normal” y a veces (aunque parezca una broma) también es considerada “ética”. Aquí se compra copias de películas en DVD, a veces paradójicamente frente o en las puertas de instituciones llamadas a controlar esto. Hay daños económicos para los productores originales, pero el máximo daño al consumidor es el riesgo de falla y la anulación de su diversión. El daño hecho por estas falsificaciones, aunque real, no afecta nuestro mantenimiento y nuestros costos a largo plazo como los repuestos y aceites falsificados y mal formulados. Si colocamos frenos, rodamientos u otras piezas críticas de mala calidad a nuestros autos y equipos, corremos riesgos de seguridad y mayores costos por reparaciones antes de tiempo.

Dirigiéndonos hacia el tema de los aceites, miremos un aceite sintético de una marca mundial que nos dio una empresa para evaluar, ya que tenían problemas en varios autos. Por su etiqueta y página web, se entiende que es un aceite API SM, aunque sin registrar o fiscalizar (es decir NO tiene licencia API vigente).
Pero el laboratorio de los EEUU determinó que contiene demasiado fósforo para cumplir con esa clasificación, causando taponamiento de los catalizadores de gases de escape: Un problema real para la empresa que nos pidió el análisis. Ellos compraban este aceite directamente del importador, en frascos sellados. No podemos saber si toda su producción es así o si usan nuestro país como basurero para lo que sale mal.
Otro caso que encontramos este mes fue un cliente que compraba un aceite de otra marca mundial muy famosa. Un aceite que supuestamente tiene certificación API CI-4, y la casa matriz tiene ese producto registrado como CI-4. Pero el laboratorio muestra que no es más que un CF-4. Esta empresa también compraba directamente del distribuidor y la
etiqueta parece “original”. La empresa local cuestionaba el precio: “Cómo puede ser que un CI-4 certificado de esta marca, hecho en los EEUU, puede ser más barato que otros locales”. Bueno, el laboratorio encontró la razón. Si es solo un CF-4, es claro que se puede vender un producto CF-4 más barato. Tiene la mitad de los aditivos anti-desgaste que un CI-4.

Observamos un momento la diferencia en protección entre un CF-4 y un CI-4 en un motor a diesel de un tractor, camión, oruga, etc.
En este gráfico la protección de un aceite que solo cumple con CF-4 es representado por la área beige, mientras un aceite CI-4 tiene la protección representada por la área amarilla. O sea el CF-4 permite el doble de depósitos de carbón en los pistones, más el doble de corrosión de cojinetes y bujes, 4 veces más espesamiento por hollín, 3 veces más desgaste del tren de válvulas, casi el doble el consumo de aceite, y el doble de desgaste de anillos y camisas: Sin protección en las otras áreas.

Obviamente aceites CF-4, como indicó el API unos años atrás cuando declaró los aceites CF-4 obsoletos, no debería estar en el mercado. Pero esto es peor si lo venden como CI-4.

Aceites Obsoletos
Tal como encontramos aceites CF-4 en nuestro mercado, el PQIA (Petroleum Quality Institute of America) acaba de anunciar resultados de sus compras de aceite en Washington DC (capital de los EEUU). Los primeros cinco aceites analizados muestran resultados asombrosos. Aquí mostramos uno con su etiqueta en ingles y español, y traducimos los comentarios del PQIA, explicados en este enlace.
Increíble, pero el nombre del producto dice “PREMIUM”. El producto es lejos de algo “Premium” o de primera si quieren traducir así.

Aquí traducimos sus comentarios.

Ingles

The label on this product states API Service SA/SB. API SA oils have no additives and SB oils should have ZDDP anti-wear additive. An oil cannot meet both of these service categories. This product meets neither as it does contain a viscosity modifying additive and does not contain sufficient ZDDP anti-wear additive to meet SB. API SA is not suitable for use in gasoline engines built after 1930 and API SB is not suitable for use in gasoline engines built after 1951. The label on this product fails to give adequate warning to consumers about its limited use. These are obsolete specifications and may cause harm in modern engines. The organometallic additive levels in this sample indicate the product is NOT suitable for use in the majority of automobile engines currently on the road.

Español

La etiqueta de este producto indica que cumple con servicio API SA/SB. Aceites API SA no contienen aditivos y SB deberían tener aditivos ZDDP para antidesgaste. Un aceite no puede cumplir con ambas categorías de servicio. Este producto no cumple con ninguna de estas dos categorías porque contiene un modificador de viscosidad y no contiene bastante aditivo ZDDP para cumplir con SB. API SA no es apto para uso en motores a gasolina construidos después del año 1930 y SB no es apto para motores a gasolina fabricados después del año 1951. La etiqueta en este producto no provee adecuada precaución a consumidores sobre su uso limitado. Estas son especificaciones obsoletas y pueden causar daños en motores modernos. Los niveles de aditivos organometálicos en esta muestra indican que el producto no es apto para la mayoría de los motores de automóviles actualmente en las calles.

Cabe hacer notar que existen aceites parecidos al API SA en nuestro mercado. Son reciclados de forma artesanal, sacando las impurezas y los aditivos, vendidos en cualquier envase que encuentran, o rellenados en tambores de los lubricentros de noche.

Para referencia, mostramos una comparación entre un aceite típico para un auto moderno y algunos de los encontrados en Washington. Se ve que estos aceites son vendidos a la gente que solo compra por precio o ignora completamente este tema del mantenimiento. Estos aceites no tienen mucho en común con un aceite típico API SN. La falta de aditivos hará daños serios a los motores de autos fabricados después de 1930.
En el próximo boletín, el PQIA alertó de más productos obsoletos en el mismo mercado de Washington, y dice:

“Lo peor de esto es que algunos de estos aceites de motor son etiquetados con lenguaje que fácilmente puede engañar el cliente, haciéndoles entender que son productos Premium. Un ejemplo de esto está en la etiqueta frontal de los aceites XCEL que dice “PREMIUM” y ¨Protege como ningún otro.”
Aunque lenguaje como esto podría ser correcto si “proteger como ningún otro” quiere decir que no más que el nivel de protección que se podría esperar en el año 1930, estos productos ni se acercan a proteger los autos actualmente en las calles (en nuestra humilde opinión esto no sirve ni siquiera para poner a nuestras bisagras de las puertas). Además, si tu auto esta bajo garantía, olvídela. El uso de aceites obsoletos u otros no especificados en su manual de propietario anula su garantía.”

La etiqueta en este producto dice: “Recomendado para todos los motores a gasolina y diesel de fabricantes en los EEUU, Japón, y Europa, incluyendo Mack, Cummins, Man, MTY, Renault, Toyota, Volkswagon (sic), Nissan, Honda, Mitsubishi, Volvo, Mercedes Benz, Navistar, Detroit Diesel, IHC, Iveco, DAF, Scania, Fiat, PSA Especificaciones cuando especifican API SG/CF-4.”
El PQIA continua con la sus comentarios: “API SG y CF-4 son especificaciones obsoletas y no son especificados por fabricantes de motores modernos. De acuerdo al API, aceites SG no son apropiados para motores fabricado después de 1993. Aceites CF-4 no son apropiados para la mayoría de los motores fabricados después de 1994. La etiqueta en este producto no provee adecuada precaución a los consumidores sobre su uso limitado. El nivel de aditivos organometálicos en esta muestra indica que el producto NO ES aceptable para uso en la mayoría de los motores automotrices actualmente en las calles.”

El reporte continua con el detalle de las propiedades químicas, donde se ve un nivel de aditivos típico de los aceites del año 1967.

El efecto en la vida diaria
Tenemos este problema con todo. Esta semana mi esposa compró baterías para el control remoto de su auto. La primera tienda solo tenía una, con un precio de $US 5,75. La segunda tenía lo que parece la misma marca, pero en otro empaque, y un precio de $US 2,87.
Aparentemente son idénticas, de la misma marca y ambas hechas en Japón. Una tienda del Internet vende la primera en $US 1,99 y la segunda en $US 0,86. El empaque de la primera parece más detallado, con hologramas de seguridad, pero le falta la “®” en la marca. La primera no tiene fecha de vencimiento, mientras la segunda vence en el 2018. Es posible que están en el proceso de cambiar sus empaques, con ambos productos en el mercado al mismo tiempo, pero no sabemos. Acá simplemente estamos mostrando lo que vemos.
Por lo menos, en este caso el costo no es alto. El trabajo de cambiar pilas no es mucho, y cuando fallen, es un proceso fácil de identificar.

Cuando este sencillo ejemplo se reproduce con aceites en las máquinas al momento de darnos cuenta el daño ya es muy costoso, corregir eso demanda muchos recursos y el resultado es que tenemos máquinas con poco valor residual o vida de trabajo. Claro que cuanto antes tomemos una decisión siempre será mejor que no tomar ninguna al respecto de cambiar la forma de trabajo.

Recomendaciones
Un auto, camión, o equipo de trabajo es una de las compras mayores que hacemos en la vida. Si lo cuidamos, fácilmente podemos pasar medio millón de kilómetros en el auto, dos o tres millones en el camión, y 25.000 horas en equipo pesado o tractores agrícolas. Pero si nos engañan, o buscamos precio por litro en lugar de certificaciones, corremos altos riesgos.
El problema reportado por el PQIA es similar a muchos problemas aquí donde venden cualquier cosa en tambores y otros envases. Recomendamos tener mucho cuidado con el lugar que escogen para los cambios y la cadena de distribución de su proveedor.

El problema que identificamos en nuestro país es más difícil descubrir y evitar. En un caso es obvio que el producto salió de fábrica envasado sin cumplir con las normas de su etiqueta. Claro que no es registrado. Su ficha técnica solo dice “Especificaciones API SM”, y la etiqueta dice “Exceeds API SM”. Excede en cantidad de aditivos, pero excede el limite máximo permitido para certificación.

En el caso donde parece que cambiaron la etiqueta, por la calidad de imprenta que existe en todos los países hoy en día, es difícil identificar sin analizar el aceite. Un buen indicador es el precio. Si alguien te ofrece un aceite norteamericano con certificación API CI-4 un precio muy inferior a los demás, hay que pensar dos veces – o más. La calidad cuesta, pero vale.

En repuestos tenemos los mismos problemas. Hay que cuestionar. Hay que comparar el original con lo que estamos comprando. Se debe comprar solo de distribuidores y tiendas autorizadas, pero como vemos con los aceites, aun algunos de ellos no son confiables.

En todo caso, vale más los valores y la reputación de la casa que vende. Si es una casa especialista en vender lo barato, venden cosas obsoletas como “normal” o dicen “da lo mismo”, hay que salir y buscar otro.
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